ANTONIO DE LA ROSA LUCHA POR CORREGIR SU TRAYECTORIA HACIA EL SUR
Mantiene su tercera posición en la competición Rames Guyane 2014 mientras combate contra grandes olas y vientos del norteMadrid. 4 de noviembre de 2014. Antonio de la Rosa continua lidiando con los vientos del norte y grandes olas que le llegan lateralmente que no permiten avanzar todo lo que querría. A pesar de ello, mantiene su tercera posición en la competición Rames Guyane 2014.
“Todo el mundo diciendo No bajes más al sur, no bajes más, así llevo varios días peleando contra natura” ha apuntado el vallisoletano. 17 días han pasado desde que iniciara su reto, y pese a los 750 kilómetros que lleva ya recorridos, con vientos en contra, sólo le han permitido alejarse 440 kilómetros de la costa. Y los pronósticos para los próximos días no auguran muchas mejoras con vientos de norte a nordeste y mar agitado.
“Llenas dos bidones de agua y sales, preparas las barritas y frutos secos, cierras todo, colocas las luces, te pones a remar y es imposible. Das dos remadas con tres tropiezos. Retorcido como una culebra ves que vas a la misma velocidad que si no remaras porque el viento que viene norte-norte y las olas de unos 2 metros (algunas que te entran en el barco) hacen que estés todo el tiempo de lado, pese a que la única manera de avanzar hacia el oeste y no seguir bajando al sur es esta, es bastante frustrante. Las dos semanas pasadas los vientos eran más comprensibles, cada día el viento y las olas venían de una forma, la mayoría de frente pero es lo que había y se podía remar, estos dos días es la anti-técnica del banco móvil”, ha declarado el aventurero.
A tantas adversidades se suman la elevada humedad del ambiente, el intenso calor, el escaso agua que puede potabilizar diariamente por los problemas con su desalinizadora y los cortos periodos de sueño, ya que tiene estar pendiente del radar detector de embarcaciones y de la dirección del barco y de la brújula lo que le impiden dormir más de tres horas seguidas. Por todo ello, no es extraño que Antonio de la Rosa explique que “cuesta hacerse a la idea, más cuando pasan los días, que esto es una competición de 4.700 kilómetros a remo. Antes de empezar la verdad es que estaba más preocupado por la parte carrera, pero una vez que han transcurrido más de dos semanas el día a día te hace olvidar esa parte”.
Aún así, el buen humor de Antonio de la Rosa no decae y gasta bromas diciendo que está pensando en aliarse con el viento y terminar en una playa brasileña tomando caipiriñas y bailando capoeira. Muy lejos de su real intención y de su espíritu competitivo, que le hacen seguir luchando contra el mar y la meteorología dirección a la Guayana francesa en las costas americanas al son de su grito ¡Vamos!