El TRX ya es popularmente muy conocido por su versatilidad y por la “tralla” que se le ha dado a este buen producto durante tantísimos años. La realidad que ni tan bueno y por supuesto, ni tan malo, pero con sus limitaciones. Si buscamos una opción con alguna similitud pero con un trabajo (en mi opinión más interesante, sobre todo por la opción del peso) donde la carga si está presente, ese podría ser sin duda el Landmine (mina terrestre), o como se le puede conocer de forma más coloquial, “el codo o el tubo”. El TRX se coloca en suspensión, en altura, el Landmine parte del suelo y también permite infinidad de ejercicios muy interesantes.
Arquímedes ya dijo aquello de “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”. No le faltaba razón. Como ocurría en el artículo de la barra hexagonal, no todos los centro disponen de este artilugio tan versátil y que tantos beneficios aporta a iniciados, lesionados y atletas de todos los niveles. Realmente si queremos poder afrontar movimientos básicos como traccionar, empujar, rotar (tambien anti-rotación), lanzar, saltar, esta maravilla nos da todas estas opciones donde además podemos crear infinidad de gestos diferentes de forma multiplanar. No solo es poder ejercitarnos realizando estos movimientos, es poder hacerlo con carga (como he dicho anteriormente), con un reto mayor que solo el de nuestro peso corporal y sin necesidad de buscar inclinaciones donde la intensidad del trabajo aumente (anillas, trx, cuerdas).
¿Cómo utilizar el landmine?
Como todo objeto que está en el suelo, si quiero cogerlo, tengo que agacharme, tengo que realizar una sentadilla, una zancada o un peso muerto con buena higiene postural para evitar lesiones. Recalco este punto porque cuando vamos a iniciar el ejercicio, o hemos elevado la barra que se introduce en el codo (opción de step o alturas creadas para tal fin), o tendremos que recogerla del suelo. No todo el mundo tiene ese movilidad, por lo que si la barra está cargada con peso, tendremos que actuar con precaución de no lesionarnos antes de empezar. Una opción para elevar la barra del suelo pueden ser los discos olímpicos. Estos discos por su diámetro suelen preparar la barra desde una posición muy asequible para prácticamente todo el mundo (otra cosa es el peso con que se cargue).
Por otra parte, si tu movilidad es buena y quieres un mayor reto, los discos podrían ser de menor diámetro y tener así un ejercicio más exigente en aquellos como sentadillas, zancada, pesos muertos. Los codos suelen ser giratorios, lo que le otorga de mayor posibilidades de trabajo, pero también de mayor inestabilidad para según qué ejercicios. El core forma una parte fundamental del entrenamiento con Landmine porque la estabilidad central se verá muy involucrada por tener que controlar la barra dentro de los ángulos correctos de ejecución (vectores).
Veámos un ejemplo,
Pongamos como ejemplo un press de hombro de rodillas o en posición bípeda. Ya sea dinámico (concéntrico y excéntrico) o isométrico, la barra si no está firme y alineada con mi vector de trabajo puede sufrir variaciones a ambos lados desfavoreciendo la palanca de trabajo, y por ende, complicando la ejecución. Es decir, la inestabilidad (no proveniente de la barra que es rígida, pero si de la movilidad del tubo donde está anclada) también me aporta una riqueza en las estructuras estabilizadores de la musculatura que estemos ejercitando, pero también riesgos de lesión si no ejecutamos con firmeza y pesos adecuados. Los discos ruedan, y por este motivo también podemos afrontar ejercicios de core muy exigentes y muy enriquecedores impensables con ninguna otra herramienta.
Particularmente pienso que la mayor riqueza de trabajar con un Landmine no son los ejercicios estrictos que suelen trabajarse mejor con máquinas para grandes cargas. El beneficio está en poder realizar ejercicios en cadenas cinéticas completas con o sin despegue con toda la riqueza motriz y transferencia que ello conlleva. Todo lo que sea multiarticular lo compro siempre. La vida es multiarticular y multiplanar. Entonces, ¿entrenamos para la vida o para el espejo?. Yo lo tengo claro.
Conclusión:
El Landmine es seguro y versátil con una cantidad de posibilidades como nuestra formación y necesidades nos aporte. Este “codo” realmente solo es el anclaje de la barra, sin ellas no hay posibilidad alguna de darle valor, pero si tienes opción de trabajar con dicha herramienta empieza ya y busca complementos adaptables (como los “cuernos”) para entrenar con más exigencia o variar tus sesiones. El Landmine ofrece un entrenamiento muy completo y puede ser incluido en todas tus rutinas siempre y cuando sepas repartir los trabajos a lo largo de tu planificación. La carga es algo importante para el cuerpo, de manera que dale la importancia que merece. Tus huesos te lo agradecerán.
David Navarro
Master Trainer Preparador Físico Fundador de 4Pilares.