Creo que todos hemos oído que para lograr una buena salud hay que comer sano y realizar ejercicio físico a diario. Desde mi punto de vista son dos pautas que la ciencia avala, si comes sano, variado y equilibrado, y haces ejercicio físico a diario estás invirtiendo en tu salud.
El comienzo de año es un buen momento para plantearse cambios, pero en mi opinión debemos empezar también por introducir pequeñas acciones. Haciendo uso del nuevo eslogan de la OMS (Organización Mundial de la salud), “Every move counts”, me gustaría destacar la importancia que tiene no solo realizar ejercicio físico entendido como práctica deportiva, sino también el hecho de moverse más a lo largo del día. Cada movimiento cuenta, se basa en el poder sumatorio de los esfuerzos en la mejora de la salud y además se ha demostrado que resulta una magnífica estrategia para la pérdida de peso.
¿Qué es el NEAT?
Se conoce como termogénesis por actividad sin ejercicio, conocido como NEAT, a todas aquellas actividades que no son ejercicio propiamente dicho pero que su suma dan como resultado un importante incremento del gasto energético diario. Está claro que el objetivo principal debe ser hacer más deporte, pero mi recomendación también pasa por tratar de aumentar todas aquellas actividades que representan lo que entendemos como un “estilo de vida activo”. Desde caminar más, usar la bicicleta, o el patinete (pero no el eléctrico), subir por las escaleras, levantarse frecuentemente de la silla, caminar mientras hablas por teléfono, realizar la limpieza del hogar o labores de jardinería, o estar más de pie que sentado.
Se ha demostrado que si se aprovecha bien el NEAT, se podría llegar a sumar 2000 kcal adicionales al gasto metabólico.
¿Cómo incrementar nuestra actividad diaria?
Introduce en tu día pequeños cambios, empieza por hacer más de esas actividades que te gusta realizar, las que te resultan más atractivas, las que se te dan bien; serán determinantes a la hora de facilitar la repetición tan necesaria para crear un hábito saludable. Introduce pequeñas pero continuas actividades, empieza por hacer un poco más de lo que ya hacías, algo sencillo y fácil. Recuérdate la importancia de realizar más movimiento en tu rutina diaria, da igual cuales sean, todos lo que puedas llevar a cabo como levántate de la silla con más frecuencia, ir a comprar andando, subir por las escaleras, cambiar continuamente de posturas cuando estés consultando la RRSS, caminar mientras hablas por el móvil, ordenar cosas o pasar la aspiradora con más frecuencia.
Como interesa que estas acciones sean constatables, en su control ayudan las App o las pulseras de actividad que te animan a moverte más, al mismo tiempo dejan constancia de la actividad realizada bien sea en pasos o en calorías consumidas y puedes con ello comprobar tu progresión. Piensa en que todo movimiento es bienvenido y debes repetirlo con regularidad, al hábito se llega por la rutina y a la rutina por la repetición.
Un estilo de vida activo también incluye la alimentación
Si a estos cambios NEAT, los acompañas de forma paralela con pequeños cambios que traten de mejorar tu alimentación primando los alimentos de origen vegetal, reduciendo el consumo de carne y en especial la procesada, para dar más protagonismo a la proteína vegetal, aumentar el consumo de verduras, frutas y hortalizas, así com de pescado y de frutos secos sin lugar a dudas tu salud se verá beneficiada.
Muchos proyectos se vienen abajo en muchos casos por la falta de constancia, los propósitos que nos hacemos a principios de año fracasan por diversas razones, con frecuencia al no resultar acordes a nuestro estilo de vida o por requerir grandes cambios o esfuerzos. Por ello introducir pequeñas estrategias orientadas a realizar más “snacks de ejercicio” a lo largo del día y mejorar la calidad de nuestros alimentos, resultan unas directrices recomendables para todos.
Referencias:
Nonexercise Activity Thermogenesis in Obesity Management. P. Villablanca et col Clínica Mayo Proceedings. 2015
Profesor, entrenador, deportista de competición.